Encina Quercus rotundifolia
IDENTIFICACIÓN
Árbol perenne (hasta 15 m de altura, normalmente entre 8 y 12 m), de copa amplia, densa y redondeada. También aparece achaparrado como arbusto. La corteza es grisácea y agrietada. Las ramas jóvenes son horizontales o erectas, con una cubierta de pelillos blanquecinos. Las hojas están endurecidas (coriáceas), tienen forma redondeada, elíptica o alargada, con el borde ligeramente ondulado, de liso a dentado y acabadas en punta. carecen de pelos y son lisas en el haz y densamente pelosas y grisáceas en el envés. Las hojas jóvenes generalmente tienen el margen espinoso. Las flores son unisexuales (o masculinas o femeninas) y muy poco vistosas. Las masculinas aparecen en racimos colgantes llamados amentos, amarillentos y densos. Las femeninas son solitarias o aparecen en parejas. El fruto es la bellota, la única de sabor dulce. Es de color verdoso cuando son jóvenes y tornan a marrón cuando maduran.
DONDE VIVE
Se trata de una especie indiferente al sustrato. Puede encontrarse tanto en suelos de tipo calizos como silíceo, evitando siempre las zonas encharcadas y los sustratos margosos compactos, yesos o salinos. Suele tener preferencia por los suelos básicos. Es muy resistente a los cambios de temperatura entre la noche y el día, así como a la sequía. Soporta las altas temperaturas y es el frío quien la limita. Presente desde el nivel del mar hasta la alta montaña.
CÓMO VIVE
La encina florece entre abril y mayo. La polinización la realiza el viento (anemófila). El fruto se desarrolla durante los meses de octubre a noviembre. Evita los suelos con mucha concentración de arcillas, ya que este material es expansivo, es decir, cuando está húmedo se expande y cuando se seca, se contrae. Que el suelo se resquebraje es algo que rompe las raíces y esta especie no soporta. Puede formar montes de dehesa, que son formaciones de encinas clareadas con fines ganaderos.
CURIOSIDADES
Las encinas son un gran recurso ganadero relacionado con la producción de los mejores jamones de bellota. Su madera es muy dura y no se pudre fácilmente, y aunque difícil de trabajar, se ha empleado para fabricar piezas que tengan que soportar gran rozamiento, como en carros, arados, parquets, herramientas, etc., así como en pequeñas obras hidráulicas y en la construcción como pilares o vigas. Además, resulta una excelente leña para quemar y para hacer carbón vegetal.