Podar tus arizónicas es uno de sus cuidados más primordiales para salvaguardar su salud, su función y su aspecto o estética. También es una manera de mantenerla su forma y su volumen periódicamente.

Se suele recomendar dos podas anuales para este tipo de seto (en estado maduro y adulto):

En primavera: es un momento perfecto para podar ya que esta estación es la de mayor crecimiento y vitalidad para las plantas. Esto quiere decir, que, la arizónica crecerá mucho y es la fase de mantenimiento para controlar su volumen, su tamaño y su forma. Esta poda es mejor que no sea profunda, centrándote en controlar su forma y volumen, pero respetando laterales y la parte superior.

Después de verano: se recomienda una nueva poda al final del verano, en los meses de septiembre u octubre. Si en primavera podábamos para mantener su forma y controlar su crecimiento, ésta poda de otoño servirá para preparar a este seto de cara al invierno. Esta poda debe ser más profunda y hacer especial hincapié en podar esas zonas mas castigadas o sin vitalidad. No tengas miedo de podar ramas principales si lo ves necesario, esto le dará el empujón que necesita para la revitalización de primavera y verano.

¿Qué necesitas para podar las arizónicas? Corta setos manuales o podadora eléctrica, guantes de jardinería y una carretilla para poder mover los restos de la poda cómodamente.