Uno de los principales atractivos de tener un ecosistema acuático en el jardín es, precisamente, su flora. Una sumamente singular que, más allá de su atractivo, juega un papel decisivo. Por eso, conocer los tipos de plantas para estanques no responde solo a una cuestión estética. Es, además, la mejor forma de mejorar el bienestar de ese hábitat que hemos creado. Uno que necesita imperiosamente el equilibrio para vivir.
Las plantas para estanques son, para muchas personas, el principal motivo para tener estos espacios acuáticos en el jardín. Algo que, por sorprendente que pueda parecernos, tiene toda la lógica del mundo. Hablamos de unas plantas que demandan un hábitat muy específico para crecer, desarrollarse y florecer. Un entorno que, en la mayoría de los tipos de plantas para estanques, solo puede encontrarse en uno de ellos.
Tanto si eres amante del estanque como si te llaman la atención sus plantas, hoy queremos que las descubras más a fondo.
BENEFICIOS
Cuando nos fijamos en las plantas para estanques, solemos hacerlo por su espectacularidad. Algunas llaman la atención por el increíble atractivo de su floración. Otras, sin embargo, lo hacen por esa casi hipnótica danza que supone verlas suspendidas sobre el agua. Pero, dejando a un lado estas connotaciones estéticas, es vital conocer por qué las plantas para estanques son cruciales para la supervivencia de nuestro pequeño embalse.
Además de esta función, las plantas para estanques cumplen otro papel igual de importante. Y es que actúan como protectoras de los peces que habitan en él. No solo sirven de refugio para esta fauna sino que, en el caso de las plantas flotantes, tienen otro cometido importantísimo. Y es que actúan como un termorregulador. Su presencia permite paliar el calor del exterior. Un detalle importante el de mantener el agua a la temperatura necesaria para que nuestros peces vivan sin verse alterados por las inclemencias del tiempo.
TIPOS DE PLANTAS
Nenúfares
Los nenúfares son, probablemente la estrella de cualquier estanque. Aunque los hay silvestres, probablemente será más apropiado comprarlos. Pueden tener flores blancas, amarillas o rojas (ciertas variedades tropicales tienen flor azul). Lo mejor es plantarlos en cestos especiales para nenúfares; tienen agujeros para que puedan sacar las raíces y tenerlas en contacto con el agua. El primer año será mejor colocarlos en el escalón, al año siguiente ya se pueden dejar en la zona profunda.
Ranúnculo (Ranunculus fluitants)
Es un alga muy común en Europa y casi todo el mundo excepto zonas tropicales que vive en arroyos y charcas poco profundos. Dependiendo de la especie una misma planta puede tener varios tipos de hojas según sea hojas sumergidas u hojas flotantes. En primavera dan unas flores blancas de 5 pétalos. Es una especie apropiada para el estanque como oxigenadora. La podemos reproducir por esquejes. Es frecuente que a los pocos días de introducirla en el estanque pierda todas sus hojas, no debe preocuparnos, volverán a salir. En peceras pequeñas hay que tener cierta precaución en este sentido, pues su sabia puede ser tóxica para los peces.
Milhojas acuática
Existen una treintena de especies de milhojas. Estas plantas acuáticas para estanques son propias de zonas templadas, tropicales y subtropicales. Tienen flores masculinas y femeninas. Como la especie anterior son muy buenas oxigenadoras, pero pueden perder las hojas por un cambio brusco de temperatura y su sabia puede ser peligrosa para los peces en espacios reducidos (peceras pequeñas).
Lirio de agua
Los lirios de agua son particularmente fáciles de cultivar en el estanque. El iris amarillo o pseudacorus iris que se implanta en el borde de un estanque de 80cm a 1m de altura. El iris azul o iris versicolor con una altura de 50-60 cm. Las hojas son rectas, rígidas y muy decorativas. Se pueden usar en diferentes partes del jardín acuático. Es una excelente planta purificadora.
TYPHA
Una planta bien conocida por su espiga cilíndrica. Muy buena planta purificadora. Se encuentra cerca de los estanques y las lagunas. Proporciona una estructura. Pero ten cuidado, porque puede volverse invasiva.