¿Tenemos que dejar para otro año el cuidado de los rosales, el riego del césped o el recorte de los setos? La respuesta es “no”.
El cuidado de las plantas no puede esperar a que tengamos más o menos tiempo, que disfrutemos de una tarde libre o a que anochezca a las seis de la tarde en lugar de a las nueve de la noche. Nuestro huerto o jardín nos necesita todo el año y por eso vamos a repasar las herramientas básicas de jardinería que no deben faltar en nuestro inventario personal

1. Guantes de jardín, una de las herramientas básicas de jardinería que solemos olvidar

Y sí. Curiosamente, los guantes de jardín son un auténtico imprescindible. Y, a pesar de ello, suelen caer en el olvido. O no los usamos o prescindimos directamente de ellos. Algo que debemos corregir, ya que la función de los guantes de jardín es fundamental. No solo nos facilitan poder manipular tierra, preparar trasplantes o, incluso, retirar ramas. Añadido protegen nuestras manos de heridas indeseadas que, por estar en un entorno como es el jardín, tienen tendencia de infectarse.

2. Pulverizador, un utensilio discreto pero importante

Aunque pueda parecernos secundario, contar con un pulverizador entre nuestras herramientas básicas de jardinería no es ninguna tontería. No solo nos permitirá hidratar las hojas de nuestras plantas de interior sino, también, de aquellas plantas de exterior que puedan necesitarlo.

3. Azada, una de las herramientas básicas de jardinería que no puede faltar

Tener una azada entre nuestras herramientas básicas de jardinería significa simplificar mucho nuestras labores. No solo nos permite airear y remover la tierra antes de plantar. También es perfecta para ayudarnos a erradicar las malas hierbas ya que, por su forma, nos facilitará poder arrancarlas de raíz.

4. Regadera, otro básico entre los básicos

No, la regadera no es prescindible. Es más: la consideramos como parte de cualquier kit de herramientas básicas de jardinería. No solo es vital cuando tenemos plantas en contenedores, maceteros o macetas de grandes dimensiones. También lo es para poder regar convenientemente aquellas plantas que tengan una necesidad de hidratación más regular.

5. Pala de punta de jardín, la específica para jardinería

Podemos creer que con una simple pala es suficiente. Pero no. Cuando se trata de labores de jardinería, lo ideal es optar por una pala de punta de jardín. Su principal característica es que es curva y con un extremo más puntiagudo. Gracias a él, podremos hacer agujeros con facilidad en el suelo. Algo más que útil cuando necesitamos cavar pozos para plantar rosales, árboles o arbustos.

6. Tijera de podar, el utensilio que no puede faltar

Y no puede hacerlo porque le daremos múltiples usos. No solo es clave a la hora de cómo podar rosales, arbustos o plantas. También nos permitirá retirar ramas secas de todo tipo de plantas, sanear aquellas que lo demanden o, incluso, cortar esquejes.

7. Rastrillo de jardín, mucho más que para recoger

Cuando se habla del rastrillo de jardín, se suele pensar que es únicamente para recoger hojas en otoño. Y, sin embargo, sus usos son mucho más variados. Además de hojas, este tipo de herramientas básicas de jardinería son perfectas para limpiar el césped tras la siega. Gracias a sus dientes, podemos recoger la hierba que hayamos cortado pero que no haya sido recogida por el cortacésped.

8. Plantador de bulbos, el utensilio ideal para asegurar el éxito de estas plantas

Una herramienta que no puede faltar entre los amantes de los bulbos. Su profundidad de plantación suele ser uno de los quebraderos de cabeza de quienes apuestan por el cultivo de bulbos. Y, para quitarnos de encima las dudas, nada como contar con esta herramienta. No solo nos facilitará cavar el agujero que necesitamos para poder plantarlos. Además nos facilitará enormemente acertar con la profundidad.

9. Corta césped, clave para el mantenimiento del jardín

No cabe duda: para quienes tienen una zona de césped, el corta césped es una de las herramientas básicas de jardinería. Solo con uno de ellos, ya sea mecánico o manual, podremos mantener a raya el crecimiento de la hierba.