Comienza la desescalada en España la cual se irá realizando poco a poco y en cierto sentido la primavera nos ha llegado de sopetón, los niños han podido disfrutarla antes que nosotros pero nos preguntamos si han podido disfrutar de sus flores y plantas.

El confinamiento se trata de una etapa que nos afecta a todos y más a nuestros niños que son aquellos que experimentan todo con más fuerza, por ello nos gustaría hablar de jardinería con nuestros pequeños y como podemos facilitar la biofilia en los niños.

La jardinería con niños es una excelente forma de presentarles a la naturaleza y de que interactúen y aprendan sobre el entorno que los rodea. Existen investigaciones que sugieren que los niños rinden mejor en el colegio si están involucrados en la jardinería, y muchos desarrollarán un mayor interés en comer saludablemente si cultivan sus propias verduras.

Nadie pone en duda ya los grandes beneficios para la salud de los jardines y la jardinería. Desde reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer, hasta ayudar a combatir la ansiedad y el estrés. Conectarnos con la naturaleza nos hace más felices y la jardinería se puede convertir en alimento para el alma. Y para eso no hay edades.

Lo cierto es que los niños son felices cuando salen a jugar al jardín, a trepar por los árboles o chapotear en los charcos. Pero, también, pueden serlo al sembrar y cultivar hortalizas, verduras y flores, aunque a veces sea a su manera. Si involucramos a nuestros hijos en el diseño, la plantación, el cuidado, la cosecha y el consumo de los alimentos que han cultivado, estaremos alimentando también su bienestar físico, espiritual e intelectual.

Las manos en contacto con la tierra los llevará también a adquirir el conocimiento y la experiencia que necesitan para desarrollar hábitos sostenibles y saludables. Mientras los padres y sus hijos observan los ciclos de vida y las estaciones, y aprenden sobre las flores, las hojas, las bayas y las semillas, el conocimiento de la naturaleza será mayor y con ello vendrá un mayor respeto por ella.

Ya sea en espacios comunitarios, en el propio jardín, patio o terraza, quienes cuentan con uno, la mejor forma de implicar a los niños en la jardinería es invitándoles a crear un jardín con él, y quien dice jardín, dice jardinera o cualquier tipo de contenedor. Se trata de destinar un pequeño espacio para que el niño inicie su aventura jardinera y que lo haga sin temor a equivocarse, porque en jardinería no hay errores, sino lecciones que aprender.

Punto de partida de jardinería con los niños

Para esta actividad que proponemos de jardinería con niños nos centraremos en cultivos sencillos que no presenten demasiadas complicaciones tanto en el momento de plantado como durante todo el proceso de mantenimiento de la mata. Una forma de que los más pequeños no solo disfruten de las tareas, sino que sientan recompensados sus esfuerzos cuando vean sus siembras desarrollarse, tanto si se trata de flores como si hablamos de frutos.

Podemos optar por distintos escenarios para hacer jardinería con niños tanto si queremos jugar con espacios exteriores para el plantado como si tenemos que hacerlo dentro de casa o utilizando una terraza, ventana o balcón para que nuestras plantas progresen.

Si tenemos jardín, lo ideal será que plantemos directamente en el suelo. Dado que el enfoque de la actividad es que sean ellos quienes disfruten de la jardinería para niños recomendamos acotar una zona determinada para el plantado y que, incluso, la marquemos con pequeñas pizarras.