El verano se aproxima y es importante que tengas claros los cuidados del césped si cuentas con él en tu jardín.

El verano trae consigo algunos riesgos para esta alfombra natural y si no se toman medidas (que son las mismas de siempre, pero aplicadas con más frecuencia e intensidad), las consecuencias del calor y las pocas precipitaciones podrían dañar irreparablemente el césped.

Los tres pasos imprescindibles son:

Segar: esta tarea en verano es muy importante e imprescindible. Eso sí, será su crecimiento el que te determinará cuando ir cortándolo para mantener una siega regular y uniforme. Lo ideal es dejarlo a una altura de unos 5 cm, ni muy corto impidiendo su crecimiento, ni muy largo. Así con esos 5 cm, el césped irá creciendo sin necesitar mucha energía en ello y tú podrás ir segando y mantenerlo así.

Regar: para que el césped luzca bien necesitará del riego, y en verano mas que nunca debido a las pocas precipitaciones, el ambiente seco y las altas temperatura. Eso sí, nada de encharcar porque eso siempre es contraproducente para todas nuestras plantas. Lo ideal es que tu riego sea regular y eso no significa que tenga que ser diario y un poco, mejor puedes hacer riegos más profundos a lo largo de la semana, alternando días si lo ves necesario. Decimos profundos para constatar que el césped y sus raíces se hidratan bien.

Abonar: para asegurar un crecimiento fuerte y regular, lo mejor que le puedes aportar a tu césped es una buena dosis de abono de manera mensual. Recuerda que para aplicarlo es mejor que sea a una hora sin mucha radiación solar, después de segar y regar.