Si hay un día al año en el que no faltan las flores, ese día es San Valentín. Pero, ¿Sabes por qué se regalan
tradicionalmente flores el 14 de Febrero? Si no lo sabes, no te preocupes que hoy te lo contamos todo en este post.
Cuando hablamos de San Valentín, hablamos de amor. Y cuando hablamos de amor, Cupido, sobrevuela el ambiente. Ya os
contamos en nuestro post sobre el mito de las rosas, la historia de Cupido y las rosas rojas, la de Chloris (diosa
griega del mundo de las flores), y la de Adonis, que convirtió la rosa en un símbolo de amor eterno.

Sin duda, el amor está rodeado de mitología y flores, y ambos han ido de la mano en tantos momentos de la historia, que
regalar flores se ha convertido en un idioma para expresar sentimientos y afecto. A todas esas historias, hay que
sumarle la del propio San Valentín, un prestigioso sacerdote de Roma que en los tiempos en los que los matrimonios
estaban prohibidos en el Imperio, casaba en secreto a aquellos que lo deseaban.

Pero no todo lo bueno podía durar y fue descubierto y condenado a morir por traición. Los días que estuvo preso a la
espera del juicio final, uno de los guardianes que custodiaba su celda, le retó a curar la ceguera de su hija y
demostrar así su santidad. San Valentín lo hizo y, aunque eso no le libró de morir ejecutado el 14 de Febrero, el
guardia plantó un almendro de flores rosas en su honor como símbolo de amor y amistad.

Es por esto, que cada año en este día, se rinde homenaje a estos sentimientos y a la persona que luchó y dio su vida por
el amor y la unión de las parejas.

Un poco de historia

Durante la antigüedad se celebraba en Roma una fiesta pagana dedicada a la fertilidad, llamada Lupercalia. Durante esta
fiesta las mujeres esperaban ser golpeadas con látigos hechos de piel de cabras y perros, mojados en la misma sangre de
estos animales, ya que creían que este ritual les otorgaba fertilidad. Siglos más tarde, en el año 496, el papa Gelasio
I prohibió la celebración de Lupercalia e instauró el 14 de febrero como día de la fiesta de san Valentín. En 1382, el
escritor inglés, Geoffrey Chaucer, escribió un poema titulado Parlamento de los pájaros, en el que se menciona por
primera vez al Día de San Valentín como un día de festejo para los enamorados.

A partir del poema de Chaucer, se comenzó
a considerar el Día de San Valentín como un día dedicado al amor. Dieciocho años más tarde, el rey Carlos VI de Francia,
creó la Corte del Amor, mediante la cual, el primer domingo de cada mes y durante el Día de San Valentín, se efectuaban
una serie de competencias en los que los participantes competían para conseguir pareja entre las doncellas cortesanas.
En 1416, el duque francés, Carlos de Orleans, tras haber sido capturado en la batalla de Azincourt y encerrado en la
Torre de Londres, escribió una carta de San Valentín a su esposa Bonne de Armagnac. Esta carta es en la actualidad, la
carta de Valentín más antigua en existencia.

A partir del siglo XV, la celebración del día de San Valentín como día de
los enamorados, se fue popularizando en Francia y Gran Bretaña. Con el paso del tiempo, esta festividad se fue poniendo
de moda en otras partes de Europa como Alemania e Italia. También, a partir del siglo XV, se hizo costumbre escribir
poemas o Valentinas entre enamorados. Desde principios del siglo XIX, comenzó en Gran Bretaña la comercialización de
esta fiesta con la fabricación masiva de tarjetas genéricas del Día de San Valentín, con frases hechas y adornos.

Existen diversas teorías que otorgan a esta fecha el origen del Día de los Enamorados. En los países nórdicos es durante
estas fechas cuando se emparejan y aparean los pájaros, de ahí que este periodo se vea como un símbolo de amor y de creación.