Una planta invasora es aquella que, trasladada o movida de su ecosistema de origen a otro, se comporta como tal en su nuevo destino.

Hay que tener especial cuidado o sino estas plantas podrían acabar con otras especies de flora. Esto produciría impactos ecológicos, e incluso sanitarios, bastante graves. Es así como la biodiversidad corre un gran peligro.

Y te preguntarás, ¿puede ocurrir esto en mi jardín? La respuesta es sí. Por eso, vamos a hacer un repaso de qué plantas son invasoras para que tengas especial cuidado si piensas plantar alguna en él.

Numerosas plantas que vamos a mencionar a continuación aparecen en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras:

  • Hiedra: sabemos que la hiedra es muy bonita, pero hay que mantenerla a raya porque a través de su capacidad de crecer y extenderse invade plantas y arboles haciendo que sean incapaces de crecer. Además, podría dañar estructuras ya dañadas como en edificios o paredes abandonadas.
  • Bambú: puede llegar a desarrolla raíces que se van extendiendo y colonizando las superficies. Si esto ocurre será una plaga difícil de controlar.
  • Enredadera: sus raíces duras hacen que sea muy difícil de erradicar en un jardín. Para evitar esto hay que limitar su crecimiento poniendo alrededor del sitio donde se vaya a plantar, límites físicos como ladrillos o losas para controlar el crecimiento de sus raíces.
  • Hibisco: se trata de una flor tropical (te sonarán por Hawái) por lo que drenarán toda el agua que puedan para subsistir lo que hará que se sequen las plantas de su al redor.
  • Hierba de las pampas: también conocida como plumero o cola de zorro. Crece a una velocidad asombrosa, pero, además, sus semillas pueden desplazarse con la ayuda del viento hasta a 30km de distancia. Son muy, muy invasoras. Sabemos que estéticamente es una planta muy bonita, pero hay que tener cuidado porque además su presencia incrementa el riesgo de incendio.
  • Jacinto o lirio de agua: se adapta tan rápidamente y crece de igual manera que es muy invasora. Esta planta tapona cursos y canales de agua, pero es que, además, puede ser el vector, a su vez, para otras especies invasoras y para parásitos también. Cuando crece, tapiza la superficie del agua y eso impide el crecimiento de otras especies de flora.
  • Mimosa: sus flores amarillas en forma de pompones la hacen irresistible, pero es una de las especies más invasora por si gran capacidad reproductiva. Es especialmente invasora tras los incendios porque es la primera en reaparecer y rebrotar consiguiendo desplazar a la flora autóctona.
  • Uña de gato: esta planta cuando crece genera un manto tupido y denso lo que obliga a incinerar si se quiere erradicar, perjudicando y acabando con las especies que la rodean en ese momento. Da una flor suculenta muy bonita, pero se expande con tantísima rapidez y tiene una polinización tan alta que incluso llega a desplazar a algunas plantas autóctonas hasta terminar con ellas. Está prohibido su comercio, transporte tráfico y posesión.
  • Chumbera: cactus originario de México que da frutos y flores amarillas y rojas. Si se reproduce por esquejes de tallo puede ser muy invasora por eso no se permite su cultivo en el medio natural, solo de manera regulada para comerciar con sus frutos, pero en muchos países incluso es ilegal porque es considerada como una de las especies invasoras más peligrosas del mundo.
  • Arbusto mariposa: es atractiva por sus flores moradas, pero se adapta tan rápido a otros ambientes y crece con tanta rapidez que hay que tener cuidado. Es capaz de colonizar superficies o terrenos sin cultivar impidiendo el crecimiento de otras especies. También aparece en el Catálogo Español de Especies exóticas Invasoras.

Recuerda que para evitar estas invasiones es necesario que no transportes plantas y/o semillas en viajes, que apuestes por las plantas autóctonas sin necesidad de introducir nuevas, saber identificar en nuestro entorno aquellas especies invasoras y eliminarlas si está en nuestras manos y, por último, retirar y gestionar de manera correcta los restos de las podas: quema controlada, hacer uso de los contenedores adecuados a donde van todos estos restos, cerrar adecuadamente las bolsas, etc.