Un invernadero está formado por una estructura metálica o de plástico recubierta por materiales translúcidos para
conseguir la máxima luminosidad en el interior. Dentro de este invernadero obtendremos unas condiciones artificiales
(microclima) que genera a las plantas una mayor productividad con un mínimo coste y en menos tiempo.
Resguarda a las plantas o cultivos que están en su interior de daños ambientales como heladas, fuertes vientos, granizo,
plagas de insectos…
Por tanto podremos cultivar en invernadero en cualquier época del año y serán mucho más productivos.
¿Qué pautas debo seguir para colocar mi Invernadero?
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Luminosidad: la luz solar es fundamental a la hora de cultivar en el interior del invernadero. Debe tener un mínimo de 6
horas de luz al día, tened este parámetro en cuenta para la colocación del invernadero y no lo coloquéis en un lugar con
excesiva sombra, si no, os perjudicará vuestro cultivo. -
Temperatura: La temperatura ideal para gran variedad de cultivos oscila entre 20º por el día y 7º por la noche. Si en el
invernadero la temperatura es más elevada podemos abrir puertas y ventanas para que esta descienda. -
Humedad: La mayor parte de las plantas o cultivos necesitan una humedad relativa en el aire de entre 45% a 60%. Es muy
importante que la humedad no sea superior porque favorecería la aparición de plagas de insectos y hongos. -
Aireación: Como anteriormente ya os hemos mencionado, debemos tener en cuenta, la importancia de las ventanas y las
puertas para conseguir descender la temperatura en el interior y conseguir tener una ventilación correcta para las
plantas. En las puertas y ventanas podremos instalar telas mosquiteras o telas anti-trips para evitar la entrada de
insectos al interior. Si con la apertura de puertas o ventanas no conseguimos que la temperatura baje, podremos instalar
ventiladores en el interior para favorecer el descenso de la temperatura. En épocas de mucho frío también podemos
instalar un calefactor o bomba de calor en el interior.