Una estampa helada es poco representativa de la zona mediterránea, con sus inviernos normalmente suaves, pero no por ello poco habitual.

Ante estas condiciones extremas las plantas responden con su letargo, a la espera de tiempos mejores. Aunque tampoco es necesario que sean tan excesivas; la mayoría de especies ya se preparan con los primeros fríos del otoño perdiendo sus hojas, sacrificando su parte aérea o simplemente cesando su actividad.

Esto es algo que puede dejar tu jardín un tanto desangelado si no has hecho un diseño adecuado, teniendo en consideración también los meses más fríos y no solo las estaciones cálidas.

A continuación os traemos cinco plantas con las que puedes adornar tu jardín en invierno:

 

Abelia

La abelia o Abelia grandiflora, es un arbusto muy resistente con preciosa floración. Destaca por sus usos ornamentales tanto en jardines privados como en espacios públicos.

Esta planta puede llegar a medir unos 3 metros de altura, siendo lo habitual que alcance 1 metro y medio. Es un arbusto muy ramificado con follaje “semipersistente”. Por lo general, la abelia presenta hojas semicaducas que logran mantenerse intactas durante los meses más fríos del año.

 

Brassica Oleracera

Conocida también como col ornamental, la Brassica oleracera se caracteriza por tener un crecimiento en forma de roseta durante el primer año. Muy empleada en decoración formando un conjunto de plantas.

Sus hojas son carnosas, ya que se encargan de almacenar el agua y los nutrientes que necesita la planta para crecer y sobrevivir. Además, son muy coloridas, pudiendo ser rojas, rosas, amarillos o blancas.

El frio del otoño y el invierno es el encargado de provocar que estas hojas magnifiquen su tonalidad.

 

Margarita

Margarita (Bellis perennis). Se caracteriza por sus colores blancos, rosas y rojos, que se suelen combinar con otras plantas. Aportan luz y color, pero requieren de mucha humedad para poder sobrevivir.

 

Durillo

Una planta que hace honor a tu nombre. Porque si por algo se distingue el Durillo es, precisamente, por su dureza. Resistente al frío (hasta los -15 grados) y poco exigente en todos los aspectos de su cultivo (suelo, riego y necesidades de luz), es un arbusto ideal para disfrutar de su presencia durante todo el año.

Añadido, también es de floración en los meses de frío por lo que desde el pleno invierno hasta la primavera es posible disfrutar de sus flores blancas abigarradas.

 

Adelfa

A pesar de ser un arbusto típicamente mediterráneo, la Adelfa es una de las plantas más resistentes que podemos contemplar en nuestro jardín (siempre y cuando la resguardemos de las heladas). De crecimiento rápido, puede llegar a alcanzar los 6 metros de altura y, con los cuidados pertinentes (sustrato de calidad, buen drenaje, sol en los meses cálidos), puede convertirse en una de las plantas con protagonismo propio en el jardín.

Tan solo es importante tener en cuenta que se trata de una planta tóxica, por lo que tendremos que excluirla de nuestro espacio natural en caso de tener mascotas o niños pequeños en casa.