Plantar hierbabuena en tu casa puede traerte fantásticos beneficios gastronómicos, aromáticos y medicinales. Esta planta tiene historia pues hay evidencias de que tanto en la Edad Media como durante el Imperio Romano ya se le daba uso. Además, es muy fácil de cultivar y cuidar.
Es una planta muy agradecida ya que puedes tenerla plantada tanto en exterior (cuidado, porque es invasiva) o en macetas. Lo único que hay que tener en cuenta en su cuidado es la temperatura porque no le vienen bien las temperaturas inferiores a 15 grados.
Necesitan bastante luz en su ubicación y un riego abundante, pero sin encharcar su sustrato. Agrégale un abono orgánico para nutrirla bien y también evitar plagas indeseadas.
¿Cuáles son sus beneficios?
- En el terreno medicinal, la hierbabuena es buenísima para el estómago. Tiene una principal acción y es que es “antiespasmódica” o, lo que es lo mismo, previene o interrumpe el espasmo doloroso en el estómago. Calma esos dolores y nos ayuda en la digestión gracias a sus aceites y aroma.
- Gracias a sus propiedades relajantes y liberadores de estrés también nos ayuda con nuestro estado de ánimo para entrar en calma y reposo, además de combatir síntomas de ansiedad.
- Es antiséptica, es decir, aplicada directamente en la piel o herida, nos ayuda a prevenir infecciones.
- También es analgésica, eso quiero decir que nos ayuda a tratar y rebajar dolores de tipo muscular, dolores de cabeza, etc.
- Su mentol es capaz de acabar con la congestión nasal y liberar las vías respiratorias durante catarros o gripes.
- En gastronomía, es una hierba aromatizada perfecta para platos, sobre todo, de influencia mediterránea y árabe. También en bebidas como cocteles o tés.