Es el momento idóneo de plantar los bulbos que florecen en verano como las azucenas, dalias o las calas, por ejemplo. Así es como tendremos una floración durante todo el verano.
Se recomienda plantar las bulbosas de verano entre marzo y abril, aunque algunas también pueden ser plantadas en febrero. Estos bulbos se caracterizan por la explosión de colores que nos regalan. Hay gran variedad para elegir con una floración vistosa de formas originales.
Plantar bulbos es una tarea fácil, tan solo tendrás que decidir si los plantarás directamente en el suelo o en una maceta. Además, se suele recomendar que la plantación sea en grupo para conseguir un resultado denso y abundante.
En la elección de bulbos, escoge aquellos de textura dura sin partes blandas, esos serán los sanos asegurándonos su brotación.
En cuanto al suelo, suelen ser muy adaptables, pero es cierto que les gusta mas un suelo de tipo arenoso acompañado de humus de lombriz o estiércol y un buen drenaje del sustrato. La situación de los bulbos se recomienda que sea un lugar soleado, evitando que estén mucho tiempo en la sombra porque entonces no tendrán el drenaje suficiente para evitar daños como hongos de pudrición.
Para su mantenimiento debes saber:
- Evita riegos excesivos. Riega moderadamente sin encharcar el suelo y no mojes la flor.
- Debes fertilizar su suelo periódicamente: cada tres semanas. Necesitan potasio, pero nivel bajo de nitrógeno.
- Ve eliminando las malas hierbas que aparezcan.
Después de la floración, si las hojas se están secando, espera a que lo hagan totalmente para podar a ras los tallos y dejar el bulbo bajo tierra. Esto es mejor para zonas cálidas. En otras zonas es aconsejable extraer el bulbo después de podar los tallos a ras. Así se deja secar por completo el bulbo para poder conservarlo en un lugar seco y fresco para poder sembrar de nuevo en la próxima primavera.
Es muy importante que esperes a que estén las hojas realmente secas para poder podar a ras del suelo los tallos, sino el bulbo se vería muy dañado.